El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, solicitó a su homólogo estadounidense, Donald Trump, eliminar los aranceles del 40% a las importaciones brasileñas, así como levantar las restricciones impuestas a autoridades del país sudamericano.
La petición se realizó durante una conversación telefónica de 30 minutos, descrita por la Presidencia brasileña como “amistosa”, en la que ambos mandatarios acordaron concretar un encuentro en el corto plazo.
Según el comunicado oficial, Lula pidió específicamente “la eliminación de los aranceles a los productos brasileños y las medidas restrictivas contra autoridades brasileñas”. Gran parte de las exportaciones brasileñas a Estados Unidos, incluyendo café y carne, se han visto afectadas desde el 6 de agosto por aranceles de hasta 50%, en respuesta a lo que Washington calificó como una “caza de brujas” contra el expresidente Jair Bolsonaro, aliado del republicano.
Trump calificó la conversación como “muy buena” y destacó que se centró en temas económicos y comerciales. En su cuenta de Truth Social, el expresidente estadounidense adelantó que habrá más discusiones y confirmó su intención de reunirse con Lula “en un futuro cercano, tanto en Brasil como en Estados Unidos”.
La Presidencia brasileña señaló que Lula propuso un posible encuentro al margen de la cumbre de la ASEAN, prevista para finales de octubre en Kuala Lumpur, y reiteró su disposición a viajar a Estados Unidos para avanzar en las negociaciones. Además, extendió la invitación a Trump para participar en la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, en la Amazonía brasileña.
El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, quien también participó en la llamada, calificó la conversación como “mejor de lo esperado” y destacó el intercambio de números personales entre los líderes, subrayando un ambiente de cooperación y optimismo para alcanzar soluciones de “ganar-ganar”.
Este diálogo marca la primera comunicación directa entre Lula y Trump desde la llegada del republicano a la Casa Blanca en enero y en medio de la crisis comercial y diplomática que ha afectado a las exportaciones brasileñas. Dos semanas atrás, Trump ya había resaltado la “excelente química” con Lula durante un encuentro al margen de la Asamblea General de la ONU.
Históricamente críticos entre sí —Lula llegó a calificar a Trump como “emperador”—, los mandatarios parecen abrir un nuevo capítulo en la relación bilateral, con el comercio y la diplomacia como ejes centrales de la negociación.
Fuente: La Jornada





